Carrascas centenarias y castillo de Zafra


Casa rural Espigas altas, Rodenas, Sierra de Albarracín, Teruel


En esta entrada del blog os proponemos una ruta de un día para visitar dos lugares fascinantes muy cerca de Espigas altas: las carrascas centenarias de El Pedregal y el castillo de Zafra.

Tal y como os explicamos en el apartado Qué hacer de nuestra web, la ubicación de nuestra casa rural nos permite disfrutar, sin grandes desplazamientos, no sólo de la Sierra de Albarracín sino de comarcas vecinas, como el Señorío de Molina – Alto Tajo, en Guadalajara.

Carrascas centenarias de El Pedregal

Aprovechando un fin de semana primaveral del pasado mes de febrero, cogimos el coche y en menos de media hora llegamos a El Pedregal, pueblo de la vecina Guadalajara.

Allí encontramos a Ángel Reyes, vecino amabilísimo que nos indicó el inicio de la ruta de las carrascas centenarias. Junto a la fuente y los lavaderos, en el extremo norte del pueblo, una pista nos acerca en 100 m al punto de partida.

Se trata de una ruta circular de algo menos de 7 km y perfectamente señalizada que discurre por pistas en muy buen estado. En esta ocasión la hicimos en coche, lo que nos permitió demorarnos en contemplar, tocar y fotografiar unos árboles impresionantes.

Seis paneles explicativos a lo largo de la ruta marcan puntos donde hacer un alto para conocer mejor el entorno, sus habitantes y las actividades que se han desarrollado a lo largo de los años. Podéis aprovechar para gozar de cerca de los magníficos ejemplares de carrascas que nos acompañan durante todo el recorrido.

Desde el paraje conocido como Gayubarejos, se contemplan las carrascas centenarias salpicando la ladera que queda a nuestra derecha, al otro lado de los campos de labor. Vale la pena cruzarlos por los márgenes y acercarse a ver estas reliquias del pasado.

Merece especial atención la Gran carrasca, o carrasca del Rullo, en el collado La Hoz. Es el ejemplar más antiguo y de mayores dimensiones del término. Por desgracia, la nevada del pasado enero quebró uno de sus brazos principales.

Junto al corral de La Retuerta, las carrascas configuran un paisaje adehesado. Se pueden encontrar ejemplares muy curiosos, algunos de ellos prácticamente horizontales.

Castillo de Zafra

Después de comer y estirarnos a reposar bajo una de las carrascas en la zona de La Retuerta (experiencia altamente recomendable), finalizamos nuestra ruta de las carrascas centenarias y nos dirigimos a Hombrados, también en Guadalajara.

El castillo de Zafra pertenece al municipio de Campillo de Dueñas, pero accedimos muy fácilmente desde Hombrados. Se llega a Hombrados por la misma carretera N-211 que nos llevó a El Pedregal. Menos de 20 km separan El Pedregal del castillo de Zafra.

El interior del castillo no se puede visitar, pero su sola presencia, encaramado sobre un promontorio de piedra de rodeno, y la esbeltez desafiante de sus torres te dejan boquiabierto. Sin duda, por ello sirvió de escenario para algunas escenas de la serie Juego de tronos.

El entorno del castillo recuerda mucho al paisaje que envuelve Rodenas, afloraciones de areniscas rojas del Buntsandstein. Os recomendamos alargar la visita hasta la puesta de sol y disfrutar de los tonos rojizos del rodeno, resaltados por la última luz del día.

Además tuvimos la suerte, al ser mediados de febrero, de ver y oír pasar grandes bandos de grullas en su migración hacia el norte.

Y así, con ese magnífico atardecer en nuestras retinas, emprendimos el regreso hacia Espigas altas.

Carrascas centenarias y el castillo de Zafra, sin prisas, sin ruidos, en un día para recordar.

Ven a desconectar a la Sierra de Albarracín


Casa rural Espigas altas, Rodenas, Sierra de Albarracín, Teruel


¿Quieres relajarte unos días y olvidarte del estrés? ¿Necesitas descansar y recobrar la tranquilidad? Ven a desconectar a la Sierra de Albarracín, un territorio apasionante que te animamos a descubrir desde Espigas altas, una casa rural con encanto situada en Rodenas, donde encontrarás tu remanso de paz.

Rodenas, el pueblo de piedra roja de la Sierra de Albarracín

Rodenas se encuentra al norte de la comarca de la Sierra de Albarracín, en el límite con las comarcas turolenses del Jiloca y de la Comunidad de Teruel, y con la provincia de Guadalajara.

Este pintoresco pueblo está levantado junto a las últimas estribaciones de Sierra Menera, protegido del norte por una ladera de areniscas rojas del Buntsandstein, rocas que afloraron durante el período triásico. Popularmente conocidas como piedra de rodeno, han dado nombre a Rodenas, uno de los pueblos más bonitos de la Sierra de Albarracín.

Al pasear por sus calles y visitar su rico patrimonio cultural, con el envolvente tono rojizo de sus piedras, conseguirás desconectar y olvidarte del mundanal ruido.

Desde la parte más alta de Rodenas, Espigas altas vigila la cisterna (interesantísimo aljibe musulmán), la torre del campanario de la iglesia de Santa Catalina (declarada Bien de Interés Cultural), la fachada de la casa de los Julianes (una de las casas solariegas mejor conservadas) y los tejados del entramado urbano. Y al fondo, los campos de cereal, las parameras y el sugerente perfil de la Sierra de Albarracín, un paisaje habitado por la calma y la serenidad que evocan los horizontes abiertos.

Los campos de cereal

Al llegar a Rodenas, los campos de trigo, cebada, avena o centeno muestran un paisaje cambiante según las estaciones del año y los ciclos de la cosecha.

Mares de espigas tiñen los campos de verdes en primavera y dorado al llegar el verano, cuando llega el momento en que los habitantes de estas tierras de la Sierra de Albarracín se preparan para cosechar “… unas espigas altas, dispuestas para el pan”.

Las parameras, un paisaje para desconectar

Los alrededores de Rodenas ofrecen atractivos muy diversos (desde castillos medievales, como el de Peracense, a barrancos de rodeno), pero, sin duda, las parameras constituyen un territorio único y fascinante.

Son extensiones abiertas, a más de 1.000 m de altitud, sustentadas sobre un suelo calizo, antiguo fondo marino del período jurásico. Su relieve kárstico ha favorecido la formación de dolinas (también llamadas hoyones o celadas) y simas, impresionantes hundimientos del terreno que alcanzan en esta zona de la Sierra de Albarracín dimensiones muy considerables.

Además, las parameras albergan una cantidad de vida que puede pasar desapercibida a simple vista. Matorrales, flores, mariposas o aves esteparias, como la escasísima alondra ricotí, habitan estos paisajes y los llenan de color, de sonidos, de magia y de sosiego.

Espigas altas, una casa rural con encanto

Después de un paseo por Rodenas, por los campos de cereal, por las parameras, ¿qué te ofrece Espigas altas?

Espacios amplios y acogedores, un patio que respira tranquilidad y unas habitaciones encantadoras, con paredes de piedra de rodeno, vigas de madera y suelos de yeso de Albarracín, dispuestas para tu reposo.

En la entrada, un singular banco de piedra te recibe y te invita a disfrutar de unos atardeceres inolvidables. Cierra los ojos, siente la calma, escucha el canto de los pájaros y relájate.

¡Ven a desconectar a la Sierra de Albarracín, ven a Rodenas!

Ladera de Rodenas


Casa rural Espigas altas, Rodenas, Sierra de Albarracín, Teruel


Esta tarde hemos subido la ladera de Rodenas tomando una senda que tiene su inicio detrás de Espigas altas. Con nuestro amigo Josete hemos recorrido de punta a punta la cima de este promontorio, disfrutando de las curiosas formaciones que provoca la erosión en las piedras de rodeno (areniscas del Buntsandstein).

Desde aquí arriba las vistas son extraordinarias: la laguna de Gallocanta, el valle del Jiloca, la sierra Palomera, el castillo de Peracense, las parameras de Pozondón, etc.

Caminando entre jaras y atravesando praderas, hemos pasado junto a los restos del castillo de Rodenas, encaramado a unas rocas de grandes dimensiones. ¡Y todo en apenas dos horas!